Regalar una bicicleta a los más pequeños tiene beneficios más allá de la diversión, pues promueve un uso necesario de medios de transporte alternativos y motiva los hábitos saludables. Pero una bicicleta buena conlleva hacer un desembolso considerable, y los padres prefieren que, hecha la inversión, dure el mayor tiempo posible.
¿Cómo elegir la mejor bicicleta para niños? Veamos los factores a tener en cuenta para cumplir con un propósito: el de que el niño o la niña se sienta cómodo y se divierta, para que no se canse de utilizarla.
Hay tipos de bicicletas que se recomiendan especialmente en franjas específicas de edad. Lo fundamental, sin embargo, es acertar con la talla: que no resulte demasiado grande, ni tampoco demasiado pequeña. Y que no vaya a quedarse inservible a nada de comprarla, eso también.
Las tallas de las bicicletas infantiles se determinan por el diámetro de la rueda, y esta se relaciona directamente con la talla del cuadro. Se puede estimar según la edad del niño y la altura, generalmente, aunque también suele puede tener en cuenta el tiro en centímetros (distancia desde la entrepierna hasta la cintura).
Considerando características y tallas, hay bicis especialmente recomendadas por tramos de edad.
En la primera parte de esta franja, los niños suelen estar aprendiendo. Son útiles las push bikes, que no tienen pedales, lo que les permitirá ganar en autonomía y sentido del equilibrio. Pero, sobre todo, podrán familiarizarse con la bici y con las dinámicas que exige para montarla, así como pasarlo bien.
Cuando son algo mayores, entre los 2 y los 4 años, conviene usar una bici diseñada para ganar en confianza y desarrollar aún más el sentido del equilibrio. Están especialmente indicadas las bicis de 12”, 14” o 16”, con rueditas de apoyo o sin ellas.
A medida que ha crecido, el niño ha ganado en habilidad y destreza, luego se puede pasar a una bici más grande. Las ideales en esta franja son las de 18” o las de 20”, sea con una sola velocidad o con varias. Todo depende del uso que se le vaya a dar y de las necesidades del niño, por lo que tenerlos en cuenta en el proceso de compra es importante.
Si ya tiene entre los 9 y los 10 años, lo ideal es optar directamente por una bici de 22” o 24”, cuyo uso se podrá alargar en el tiempo más fácilmente. Siempre y cuando, claro, ya tengan cierta experiencia montando en bicicleta y estén listos para pasar a una más compleja.
Si los padres también son aficionados y suelen salir a dar paseos los fines de semana, incluso se podría adquirir una bici de montaña. Tienen llantas más grandes, marchas y una suspensión más sofisticada.
Aunque las bicicletas de 26” están recomendadas para niños mayores de 12 años, o con una altura superior a los 155 cm, se podría adelantar su compra para asegurar un uso amplio. También se puede elegir la de 20”, pero se le podría quedar pequeña. Todo depende de las características del niño, así como de sus preferencias.
La talla es uno de los aspectos fundamentales y, sobre todo cuando son pequeños, les interesarán otros detalles como el diseño. Esta breve consideración de factores te servirá a modo de guía de compra.
Para niños, los principales tipos a tener en cuenta son los siguientes:
A partir de los 10-12 años, dependiendo de la experiencia y de la afición que el niño haya desarrollado, se pueden considerar los tipos de bicicleta para adultos: urbana, de ruta, de montaña, híbrida o las específicas de cada disciplina.
Repasamos las características de los componentes que toda bicicleta trae de serie, así como los accesorios:
Como decíamos, lo que se tiene en cuenta para conocer la talla es el diámetro de la rueda, lo que determina el tamaño del cuadro, y debe ir en relación a la edad, la talla o el tiro del niño.
Por si te han quedado dudas, recogemos el siguiente cuadro:
Los niños de mayor edad usarían bicicletas de adulto.
Más allá de las medidas, hay otros indicadores que nos muestran si el tamaño es el adecuado para el niño, lo que implica probar la bici. Cuando esté sentado en el sillín, debe ser capaz de tocar el sueño fácilmente con la base de los dedos. Los codos deben estar ligeramente flexionados al sujetar el manillar, y entre el tubo superior (la barra) y la entrepierna debe haber unos dos o tres centímetros cuando está parado.
Lo más importante es que el niño esté cómodo y pueda manejar la bici, lo que redundará también en su seguridad. Una bici demasiado grande o demasiado pequeña aumentan las posibilidad de sufrir algún accidente, así que sé realista a la hora de comprarla. Es normal que quieras alargar su uso tanto como sea posible, pero no a toda costa.
Lo fundamental a considerar es la talla: elige entre las 12 o las 26 pulgadas según edad y altura. La longitud de la pierna y el tiro también son parámetros útiles a la hora de encontrar el mejor ajuste.
Observa a tu hijo cuando use la bici, sobre todo que llegue bien con los pies al suelo y lleve las manos bien colocadas en el manillar, a la anchura de los hombros. Si no, haz los ajustes necesarios en la altura del sillín, el manillar o los pedales.
Al principio pueden resultar útiles las bicis sin pedales y las que llevan ruedines. Cuando crezca, ten en cuenta los tipos de bici para adultos según el terreno donde las suela coger. Se irán añadiendo también extras como las marchas, que al principio no utilizarán.
Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de BICIO
He leído y acepto la política de privacidad
Save my name, email, and website in this browser for the next time I comment.
Con la publicación de un comentario acepto expresamente recibir la newsletter y soy conocedor de que puedo darme de baja en cualquier momento de acuerdo a nuestra política de privacidad
He leído y acepto la Política de privacidad *
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.