Era un completo desconocido hasta que Miguel Marcos supo, dejando pasar el tiempo, convertirse en uno más de la farándula rosa. Y no porque le guste este mundo, sino porque quiere desmesuradamente a Belén Esteban. El conductor de ambulancias ha estado ahí cuando la colaboradora más lo necesitaba, y ahora no es para menos.
La pareja lleva meses viviendo una mala racha, hasta que Miguel Marcos ha explotado y lo ha contado. La pareja no ha gozado de muy buena salud estos meses.
Ahora parece que la mala suerte se ha ido de la vida de Miguel Marcos y Belén Esteban, aunque la pareja no canta victoria. Fue una caída estrepitosa de la de Paracuellos en Sálvame por lo que empezó todo. Belén imitaba una prueba de los concursantes de Supervivientes y, en cuestión de segundos, estaba en el suelo con la pierna rota.
Siendo diabética, con el peligro que eso supone, la mujer de Miguel Marcos entraba en quirófano sin saber que lo que le esperaba eran tres meses de rehabilitación. Junto a ella ha estado el conductor de ambulancias. Apoyándole y mimándole todo lo que ha podido.
Sin embargo, han sido los dos los que han confesado que, durante esta etapa, en más de una ocasión han pensado en tirar la toalla. Gracias al amor que se tienen, han seguido adelante y ahora su relación está más fuerte que nunca.
Belén acude a su puesto de trabajo en muletas, pues sigue sin estar al cien por cien recuperada. Eso para Miguel Marcos es lo de menos, pues el estado anímico de su mujer ha vuelto a ser el mismo de antes.
Y es que, el conductor de ambulancias, no solo ha tenido que soportar los bajones sentimentales de su mujer por los dolores que sufría. La palabra cáncer también ha aparecido en la casa de Paracuellos estas últimas semanas.
Si algo ha demostrado Belén Esteban todos estos años es que es muy amiga de sus amigos. La empatía le caracteriza por encima de todo y eso le hace buena persona.
No solo lo es con su familia, sino que también lo es con sus compañeros de trabajo. Prueba de ello es la última aparición que ha protagonizado la mujer de Miguel Marcos. La tertuliana no ha podido contener la emoción al ver regresar a Ana Rosa Quintana a los platós de Telecinco.
La presentadora se despidió hacía un año por culpa de un cáncer de mama y regresó a trabajar hacía tan solo unas horas. Un notición que Belén recibió como agua de mayo. Aprovechando que se encontraba en esos momentos en las inmediaciones de Telecinco, acudió a ver a la presentadora.
En ropa de calle e incluso con las gafas de sol puestas todavía en la cabeza, la de Paracuellos entraba en El programa de Ana Rosa en directo. Nerviosa y entusiasmada, se sentaba en el sofá del programa y abrazaba a Ana Rosa Quintana. “Si no vengo me da algo”, decía sonriente.
“Qué bien que estés de vuelta, se te quiere mucho en la cadena, gracias por preocuparte por mí. Estamos todos muy contentos de tu vuelta”, concluía. Unas palabras que representaban también a las de Miguel Marcos, quien también conoce a la presentadora.
La de Paracuellos protagonizaba entonces uno de los momentos más emotivos del día celebrando la vuelta de Ana Rosa a la televisión. La palabra cáncer, una vez más, ha quedado derrotada.
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