Ray-Ban Stories: las gafas inteligentes todavía tienen margen de mejora, pero Facebook está en el buen camino

2022-10-09 17:46:15 By : Mr. Felix-Henan Zoke Crane

ACTUALIZACIÓN 30/03/2022: Tras varios días de niebla, por fin ha salido el sol y he podido comprobar que el modelo que he estado probando lleva cristales Transitions. Estas lentes se adaptan a la luz, por lo que se oscurecen en exteriores y vuelven a aclararse en interiores. Son muy muy chulos.

Ser de los primeros tiene sus ventajas y sus desventajas. Eso es precisamente lo que le pasa, en mi opinión, a las nuevas gafas inteligentes de Facebook y Ray-Ban.

Las Ray-Ban Stories no son exactamente pioneras, ya que otras compañías tecnológicas de renombre ya se lanzaron a este mercado antes, como por ejemplo Snapchat con sus ‘Spectacles’ o los de Mountain View con las Google Glass. Lo que sí han hecho de forma más novedosa en Facebook es aunar moda y tecnología, es decir, entender que si quieren convertir el suyo en un producto de masas tienen que diseñarlo como algo que llevaríamos cualquiera en nuestro día a día. Y para ello nada mejor que contar con una de las firmas de gafas de sol más famosa del mundo.

El pasado jueves 17 de marzo Facebook y Ray-Ban lanzaron en España sus smart glasses, un wearable que estaba ya disponible en otros mercados internacionales. Desde entonces las he estado probando y te voy a contar todo en este análisis.

Las gafas están disponibles en tres modelos: Wayfarer, Round y Meteor. Pero cada uno de estos estilos tiene al menos cinco colores y varios tipos de lentes, por lo que las posibilidades de combinar montura y cristales son muy amplias.

En mi caso, la firma me ha dejado probar las Ray-Ban Stories Round en ‘shiny olive’ -color oliva- y lentes transparentes -Transitions G15 green-. Si bien se trata de un diseño muy icónico de la marca, sin cristales de tipo sol les veo poco sentido como producto y personalmente no me las pondría para ir por la calle -nunca entendí aquella moda de ponerse gafas de ver sin necesitarlas, sin graduar-.

Pero, al margen de este apunte, en general sobre cualquiera de los tres modelos disponibles puedo decir que me gusta la versión en gafa de sol, es decir, las que tienen los cristales ‘coloreados’. Puestos a elegir las que me parecen más chulas son las Wayfarer, para mí las más míticas e icónicas de la marca.

Como decía al principio, si bien las Ray-Ban Stories no son totalmente pioneras y ha habido otras tecnológicas que se han lanzado a este mercado, creo que lo que Facebook ha hecho bien ha sido contar con una marca tan popular como Ray-Ban para crear su producto, de forma que el resultado es un aspecto que todos reconocemos y que, sobre todo, utilizaríamos en nuestra vida diaria.

Opino que sacar un wearable súper futurista -sean gafas, auriculares o relojes- no tiene sentido, pues la gente no lo va a utilizar en su día a día y no va a salir a la calle con él. La tecnología se tiene que adaptar a lo cotidiano y en eso Facebook lo ha hecho muy bien con estas Ray-Ban Stories.

En cuanto a dimensiones y peso, al estar inspiradas en un producto ya diseñado no resultan para nada incómodas, son ligeras -unos 50 gramos, solo 5 más que las mismas gafas convencionales- y de un tamaño adecuado, ya que solo amplían un poco la patilla para tener hueco para los controles táctiles y botones.

Sobre su estuche conviene apuntar que es bastante aparatoso, pero esto se entiende por su función como cargador de las gafas. Para solventar su volumen, se incluye una funda ligera de tela para que puedas llevarlas encima sin rallarlas.

Una crítica importante es que no son impermeables, así que mejor no las saques en días de lluvia.

En resumen: tenemos unas gafas adaptadas a la moda, estilosas, livianas y cómodas de llevar a las que han aplicado la tecnología necesaria para que podamos llamarlas ‘inteligentes’. 

Tienen dos cámaras de 5 megapíxeles cada una, tres micrófonos, dos altavoces y hacen fotos y graban vídeos de hasta 60 segundos que se pueden publicar casi instantáneamente en las redes sociales. Para ello es necesario descargar la app Facebook View, donde las Ray-Ban Stories envían las imágenes tomadas a través de Bluetooth.

Apunto aquí que, junto a su llegada a España, Meta ha actualizado las Ray-Ban Stories para ampliar el tiempo de grabación que pueden realizar. Hasta la fecha podían grabar únicamente 30 segundos. Esta actualización llegará a todos los usuarios en abril.

Encabezo este apartado con el margen de mejora que tiene el producto. Si bien, repito, creo que el concepto está bien planteado e incluso bien ejecutado a nivel general, me parece que en lo tecnológico hay hueco para llegar a más. Al final hablamos de un wearable que podría sustituir a otros dispositivos, ya que puede funcionar como auriculares y como cámara de fotos. Lo que pasa es que tanto como auriculares como como cámara de fotos se queda algo corto. Y esto decepciona un poco, más teniendo en cuenta que las Ray-Ban Stories cuestan al menos 329 euros.

Salen al paso si hacemos las fotos de día y con buena luz, pero el tema nocturno y los interiores dejan sabor más agridulce, con falta de nitidez y brillo y con ruido. Además, tienes que estar muy quieto para que el resultado sea óptimo, algo que tal vez no tenga mucho sentido en un wearable que llevas puesto mientras caminas.

No voy a negar que son un gadget interesante y que la idea me gusta y creo que tiene potencial, pero Meta deberá mejorar sus especificaciones técnicas. Me refiero sobre todo a que las fotos y vídeos no son de gran calidad, al menos no son comparables a lo que nos permiten hoy en día los smartphones que llevamos en el bolsillo.

Tampoco el sonido es para caerse de la silla, pero resuelve el papel y las llamadas se oyen y se reciben nítidamente.

Lo que es cómodo es poder hacer la foto o el vídeo y que directamente esté en el móvil para poder publicar el contenido en las redes sociales.

En cuanto a los controles, podemos utilizarlas tanto con gestos como con voz. El asistente de Facebook funciona bien -aunque de momento no está disponible en español, yo lo he usado en inglés- y los sensores del dispositivo también.

¿Qué controles táctiles tenemos? El botón para encender el dispositivo, ubicado en la parte interior de la patilla izquierda, el de tomar fotografías y vídeos en la parte superior de la patilla derecha -pulsación prolongada para hacer fotos y corta para iniciar/parar una grabación- y un sensor en la parte exterior de la patilla derecha que permite subir y bajar el volumen, controlar la reproducción de audio y gestionar las llamadas.

Este sensor va muy fino: si deslizas el dedo hacia atrás, bajas el volumen, y si lo haces hacia delante, lo subes; cuando te llaman, con dos toques respondes -y cuelgas cuando acabe la llamada- y manteniendo presionado rechazas; finalmente, para escuchar audio, con un toque reproduces o pausas, con dos pasas a la siguiente pista y con tres vuelves a la anterior.

Por cuestiones de privacidad, llevan un LED en el exterior de las gafas que se ilumina en blanco cuando estás grabando.

Como decía, también se puede recibir llamadas con ellas y hablar y contestar tranquilamente mientras se pasea, así como escuchar música u otros contenidos. Pero, insisto, la calidad no es la misma que ofrecen unos auriculares, pues inevitablemente va a entrar mucho más ruido del exterior. Y además debes tener en cuenta un factor relevante: cuanto más subas el volumen, más escucharán los demás lo mismo que tú escuchas.

Las Ray-Ban Stories se emplean sincronizándolas mediante Bluetooth con el teléfono móvil e instalando en él la app Facebook View, gratuita tanto en Google Play Store como en Apple Play. En esta aplicación, además, podemos editar y mejorar las imágenes capturadas desde las gafas inteligentes. El problema, o lo que a mí no me convence, es que obligatoriamente deberás tener una cuenta de Facebook para usarla.

Finalmente, os recuerdo que estas gafas disponen de 4 GB de memoria interna, lo que te permitirá según la compañía guardar unas 500 fotos o 30 vídeos de 30 segundos -el tiempo máximo de grabación posible con el dispositivo hasta que se actualice a los 60 segundos en abril-. Es algo bastante cómodo si sales solo con el dispositivo y no llevas el móvil encima para sincronizar los contenidos capturados. Pero, ojo: no se muestra el espacio de almacenamiento restante, por lo que no se puede saber cuánto queda, algo que por cierto también pasa en la app.

Las Ray-Ban Stories se cargan a través del estuche en el que vienen, como si de unos auriculares se tratase. La funda, a su vez, se recarga mediante un cable de alimentación a la corriente tipo USB-C.

Facebook asegura que con el estuche completamente cargado tenemos batería para tres días en nuestras gafas. Es decir: dicen que, si la caja está cargada, permite -incluso desconectada de la corriente- recargar completamente el dispositivo unas tres veces.

Pero en mi experiencia, si les das un uso intensivo, la autonomía de las Ray-Ban Stories no supera el medio día, por lo que contando con la recarga del estuche es más bien un día y media o dos.

Cargar al 100% las gafas tarda aproximadamente una hora, tiempo durante el cual no se puede usar el producto.

Las propias gafas te chivarán cuánta batería les queda mediante un LED situado en el interior de la patilla derecha, que se pondrá rojo si les falta energía. Asimismo, el estuche también lleva un pequeño piloto en la parte frontal, el cual variará entre rojo, naranja y verde, según el nivel de carga.

Puede que este sea el punto más conflictivo del dispositivo y seguramente tendremos en el futuro tema para rato con esto. Al fin y al cabo, hablamos de un producto que te permite ir andando por la calle y grabando todo lo que se te pone por delante casi sin que los demás se den cuenta. Y digo casi porque no hay que olvidar que Meta incorpora en las Ray-Ban Stories un LED en la parte frontal que se enciende cuando las gafas graban.

La compañía de Mark Zuckerberg ya se sabe casi todos los tejemanejes del laberíntico mundo de la privacidad. Por ello, establecen normas que ‘les curan en salud’ y les evitan problemas, como el hecho de que tapar dicha luz LED de la parte delantera implica romper con la política de uso del dispositivo.

Asimismo, han creado un apartado en su web donde enseñan cuándo deben utilizarse las gafas y en qué situación es mejor no hacerlo y también han lanzado una campaña en varios países de la Unión Europea para explicar el funcionamiento de las Ray-Ban Stories y concienciar sobre ciertas pautas de uso. Por ejemplo, Meta recomienda apagarlas cuando entres en lugares privados o dejar claro a las personas de tu alrededor cuándo estás grabando o tomando una foto.

Como información, decir que, a nivel legislativo, grabar por la calle es legal. Lo que tiene otras implicaciones es publicar estas imágenes o vídeos en Internet. Es decir, según la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), si las fotos y vídeos no pasan de la app donde se suben de manera automática, quedan amparadas por la excepción legal que permite grabar con “una finalidad exclusivamente doméstica”. Pero si las subimos a las redes sociales, se están invadiendo los derechos y la privacidad de otras personas.

La propia AEPD cuenta con un mecanismo de denuncia rápida que permite a la ciudadanía solicitar a una plataforma de redes sociales que retire inmediatamente contenidos que hieran sus derechos.

Probadas mis primeras gafas inteligentes, diré que la curiosidad me picaba de lo lindo por echar el guante a un gadget así. La conclusión más general es que son un juguete, un capricho que te puedes dar si te sobran las monedas, porque de económicas tienen poco -tendrás que desembolsar al menos 329 euros-.

Me gusta cómo está ejecutada la idea, el hecho de que hayan incluido una estética tan popular como la de Ray-Ban para tener éxito. Y es que repito que no creo que un wearable demasiado futurista vaya a triunfar entre las masas, sino que lo que quieren los usuarios son productos en los que se puedan reconocer, dispositivos que puedan llevar encima sin sentirse ridículos. Y aquí Facebook lo ha hecho muy bien al unirse a la firma mítica de gafas.

Así, aparentemente, lo que tienes entre manos son unas clásicas Ray-Ban de toda la vida, pero que gracias a la alianza con Meta pueden reproducir audio, gestionar llamadas y hacer fotos o grabar vídeos. ¿Qué hay más cotidiano que unas Wayfarer? Se trata de uno de los modelos de gafas más vendido en el mundo y que no ha pasado de moda en sus 70 años de historia. Y encima utilizan materiales de calidad y son sólidas y resistentes.

Además, en el lado positivo, la aplicación Facebook View es fácil de usar y práctica para administrar y compartir fotos y vídeos. También permite editar las imágenes, lo que me lleva a la peor parte de las gafas: esa postedición será necesaria en muchas ocasiones, ya que, sobre todo en condiciones de poca luz o en movimiento, la calidad de las fotos y vídeos es mediocre.

También es regular la calidad del sonido, es decir, que si las quieres para escuchar música es mejor que te mires unos buenos auriculares.

Y un par de pegas más: como mencionaba antes, no son impermeables, así que mejor que te las dejes en casa en días de lluvia; y finalmente, te obligan a tener una cuenta de Facebook para acceder a la aplicación Facebook View y poder usarlas.

En síntesis: puede que las funcionalidades del producto no sean innovadoras ni revolucionarias y que la tecnología que integran no sea de última generación o la mejor de cada campo, pero en conjunto cumplen con esa sensación de tener un móvil en los ojos y, además, hacerlo pasando desapercibido, sin parecer un cíborg. El precio se escapa de las manos para ser un dispositivo de masas, pero la verdad es que como ‘cacharrillo’ son muy recomendables y no te importa gastarte unos cuantos cuartos.

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