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La luz azul que desprende la pantalla del móvil, la tablet o el ordenador puede provocar migrañas, perjudicar nuestra visión o contribuir a padecer insomnio.
La llegada de la pandemia ha provocado numerosos cambios en nuestro día a día y no todos han sido para bien. Un estudio publicado el pasado mes de junio, evidenciaba que los usuarios españoles habíamos aumentado una media de dos horas al día el uso del teléfono móvil.
Además de una mayor dependencia tecnológica, en algunos casos esto ha traído consigo un incremento de los dolores de cabeza o los problemas visuales. Las largas horas frente a una pantalla de ordenador tampoco contribuyen a mejorar este problema.
El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España define el Síndrome Visual Informático como el conjunto de molestias derivado del abuso de las pantallas que da lugar a visión doble o borrosa, mala tolerancia a la luz, mareos, cefaleas o enrojecimiento de ojos.
Para paliar los efectos derivados de la luz de las pantallas y evitar que nos duela la cabeza, desde el Colegio Nacional de Ópticos recomiendan poner en práctica la regla 20/20/20 que consiste en dejar de mirar la pantalla cada 20 minutos y mirar a un punto fijo que esté a 20 pies (unos 6 metros) durante 20 segundos.
Además de mantener la constancia en hábitos como los anteriores, cada vez más ópticos y oculistas recomiendan utilizar lentes capaces de filtrar parte de la luz azul que nos llega de las pantallas. Estos cristales no sólo protegen la retina de los efectos perniciosos de esta luz, sino también minimizan la aparición del síndrome visual y con él los dolores de cabeza.
Por último y bajo la misma idea de evitar que aparezcan los temidos dolores de cabeza tras largas jornadas frente a la pantalla, también es recomendable ajustar los colores de nuestro monitor para reducir los reflejos y configurar el tamaño y el tipo de fuente utilizada para facilitar la legibilidad.